Este fin de semana he estado de viaje, como muchos andaluces, ya que teníamos puente. Hemos estado en el Valle del Jerte, en la provincia de Cáceres, en la parte norte.
Nos fuimos el sábado a las 7 de la mañana y a mitad de camino nos dijeron donde íbamos, ya que era una sorpresa de las niñas, pues bien, llegamos a Jerte. Nos quedamos a dormir en unos "Chozos", que son como cabañas, pero en redondo, con dos habitaciones y dos baños salón con chimenea y cocina.
El paisaje está muy bien, laderas de un valle llenas de cerezos, la pena es que todavía no estaban en flor, pero aún así estaba muy chulo. Hicimos rutas por el campo y el río, mucha agua por casi toda la ruta, subimos a un puerto a ver todo el valle desde las alturas, muy chulo pero vaya camino para subir mas estrecho, después visita a Hervas, que tiene un barrio judío, no estuvo mal.
Una ciudad que me sorprendió fue Plasencia, una gran desconocida para mi pero que tiene mucho que ver, una catedral muy bien conservada, un barrio antiguo del estilo al de Santiago de Compostela, no es igual pero se perece, calles estrechas, casas de piedra, iglesias y monumentos.
El último día visitamos Ávila, con sus murallas y su casco antiguo, buena comida y mucho frío. La gastronomía en este viaje ha estado muy bien, las patatas revolconas y torta del casar son los más típicos, las migas tampoco estaban nada mal y de precio genial, a ver si aprendemos a poner buena y abundante comida a un buen precio en Martos y otros muchos sitios de Andalucía que son un poco caros para la cantidad y calidad que te ponen. Otra cosa que me ha gustado ha sido la gentileza de los habitantes de los pueblos.
Este viaje ha sido muy bueno, lo mejor la compañía y los paisajes, los puertos de montaña, donde hemos pillado toda clase de meteorología, los chozos y la comida, lo peor la chica de recepción que no se sabía explicar y el frío en la Cruz y en Ávila. Os recomiendo este sitio para visitar, yo espero volver otra vez cuando los cerezo estén el flor, seguro que está precioso.
Nos fuimos el sábado a las 7 de la mañana y a mitad de camino nos dijeron donde íbamos, ya que era una sorpresa de las niñas, pues bien, llegamos a Jerte. Nos quedamos a dormir en unos "Chozos", que son como cabañas, pero en redondo, con dos habitaciones y dos baños salón con chimenea y cocina.
El paisaje está muy bien, laderas de un valle llenas de cerezos, la pena es que todavía no estaban en flor, pero aún así estaba muy chulo. Hicimos rutas por el campo y el río, mucha agua por casi toda la ruta, subimos a un puerto a ver todo el valle desde las alturas, muy chulo pero vaya camino para subir mas estrecho, después visita a Hervas, que tiene un barrio judío, no estuvo mal.
Una ciudad que me sorprendió fue Plasencia, una gran desconocida para mi pero que tiene mucho que ver, una catedral muy bien conservada, un barrio antiguo del estilo al de Santiago de Compostela, no es igual pero se perece, calles estrechas, casas de piedra, iglesias y monumentos.
El último día visitamos Ávila, con sus murallas y su casco antiguo, buena comida y mucho frío. La gastronomía en este viaje ha estado muy bien, las patatas revolconas y torta del casar son los más típicos, las migas tampoco estaban nada mal y de precio genial, a ver si aprendemos a poner buena y abundante comida a un buen precio en Martos y otros muchos sitios de Andalucía que son un poco caros para la cantidad y calidad que te ponen. Otra cosa que me ha gustado ha sido la gentileza de los habitantes de los pueblos.
Este viaje ha sido muy bueno, lo mejor la compañía y los paisajes, los puertos de montaña, donde hemos pillado toda clase de meteorología, los chozos y la comida, lo peor la chica de recepción que no se sabía explicar y el frío en la Cruz y en Ávila. Os recomiendo este sitio para visitar, yo espero volver otra vez cuando los cerezo estén el flor, seguro que está precioso.
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