Subida al Castillo de la Peña de Martos

Ayer Domingo nos juntamos unos amigos y decidimos comprar comida y subirnos a comer a la Peña, al lado de la ermita de la Victoria que hay unos merenderos y sombras que está muy bien.

Al llegar allí nos encontramos con que casi todas las mesas estaban llenas, pero al final encontramos una y nos pusimos a comer al aire libre, con mucha gente pero al aire libre.

El día estaba un poco nublado, pero mejor porque no hizo calor, al acabar de comer y tomar nuestro café que nos subimos, nos fuimos a subir al castillo ya que varias personas no habían subido ninguna vez.

Empezamos la subida al Castillo y está muy bien señalizado y con el camino hecho para saber por donde tienes que subir, también hay un banco para descansar a mitad de camino mas o menos y lo mejor son las vistas que hay desde allí arriba.

Una vez arriba nos fuimos a ver la cruz en recuerdo de los Hermanos Carvajales, y la verdad es que cuesta un poco llegar hasta ella, primero porque está más lejos de lo que parece a simple vista y segundo porque para llegar hasta ella no hay camino hecho tienes que ir por las piedras buscándote tu el camino, pero que a mi eso si que me gustó, me recordó a cuando era niño y subía al Castillo con mi tío y mis primos y subías siguiendo una verea de cabras que muchas veces se te perdía y tenías que subir piedras, bajar piedras, atrochar por donde tu creías que era, en fin cosas de críos. La cruz merece la pena por la perspestica distinta de Martos.

Una vez en el Castillo dimos una vuelta por la explanada y nos hicimos unas fotos y después otra vez a bajar, que se te hace más corto. Había mucha gente subiendo y bajando al Castillo, la pena es que no está mejor cuidado, aunque merece la pena subir y pasar un día al aire libre.