En cada casa y familia existen una serie de tradiciones y costumbres que se realizan todos los años, y este fin de semana pasado he estado viviendo como cada año, y van cinco, la tradición de la matanza del cerdo.
Como cada año nos juntamos dos familias en un cortijo, y cada año estamos gente nueva, se va ampliando la familia. Para mi empieza el sábado por la mañana, a eso de la siete de la mañana, y al rato ya llegan con los cochinos para empezar con el trabajo. Como todos los años el momento más intenso es cuando todos nos agarramos al cerdo y después.... todos nos relajamos y disfrutamos charlando con unos y otros, ayudando en la preparación de los aliños, en fin colaborando en lo que cada uno puede.
Lo bueno de esta tradición, a parte de la comida que tienes para casi todo el año siguiente, es que pasas dos días con tu gente, con los familiares que normalmente no ves y que tienes ganas de estar con ellos, de las conversaciones al lado de la chimenea, los niños jugando alrededor, primos, hermanos, tíos, abuelos y familia política, todos comiendo en una misma mesa.
Esta tradición por desgracia se está perdiendo y cada año hay menos, ya quedan muy pocas familias que hagan matanza del cerdo como se hacían antes, y es una pena porque pasa unos días muy buenos, aunque tengas que trabajar todo el día.
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